El sentido común es una colección de prejuicios adquiridos a los dieciocho años.
viernes, 20 de marzo de 2009
Interpretación Cultural de “Los Olvidados” (Luis Buñuel)
En pleno siglo XXI, logramos notar que a pesar de los progresos en diversos aspectos, siguen existiendo situaciones que el paso del tiempo no ha podido esconder, y que ya sea por resignación o falta de oportunidades los esfuerzos que se hacen son minúsculos para abordar esta realidad. A veces pareciera que se vive en tierra de nadie, donde no hay quien influya positivamente de manera contundente, sin llegar a ser represivos obviamente, entregando herramientas por lo menos para mejorar la relación entre las personas. Porque para la miseria, la escasez de trabajo, la mala constitución de la familia, y no me refiero con esto al típico concepto de conformación (padre, madre e hijos), la vulnerabilidad de los niños, la violencia, etc. No se necesita únicamente una innovación en lo social, es perentorio un cambio cultural.
En primer lugar, es inconcebible vivir en condiciones tan inhumanas, donde la falta de servicios básicos es evidente. Está bien, es fundamental considerar que la historia se desarrolla en los 50, Aun así la época no es indicadora para que la gente viva en forma digna o no. Este escenario económico genera una serie de complicaciones al día a día de los personajes. Por ejemplo: la falta de cariño y preocupación por los infantes, esto se da, por lo menos esa es mi sensación, a causa de la inquietud por conseguir dinero para alimentar a la familia, por eso, se descuida lo importante, el bienestar emocional del núcleo familiar, por lo que los malos tratos y la violencia pasan a ser el plato principal. Teniendo presente que la cultura es adquirida y una forma de hacerlo es a través de la observación, por tanto si tú ves golpes o te los propinan a ti constantemente, lo tomas como algo normal y una manera recurrente para resolver los problemas, de este modo quedo demostrado no solo por la mayoría de los chicos, sino también por el Jaibo, un individuo que ante cualquier obstáculo que se le pusiera en frente, no dudaba en ser agresivo, llegando incluso a matar, mas que nada guiado por sus instintos animales, pues no dejaba de golpear a sus victimas hasta el cansancio. Por cultura sabemos que asesinar es malo, eso nos dicen nuestros padres, la religión y sobre todo la ley. A pesar de eso, como en esta sociedad mexicana de medio siglo tampoco existían políticas educacionales, de hecho eran mínimas, era complicado que estas personas comprendieran las consecuencias de sus actos, no obstante tenían consciencia de su actuar. ¿Qué argumentos podríamos tener para criticarlos, si estos pequeños están acostumbrados a sobrevivir amparados con la ley del más fuerte? A raíz de esto ¿Podemos decir que el uso de la violencia es normal y por tanto se debe tolerar? Para aceptar esto o no, habría que analizar si aquí la enculturación es participe en esta circunstancia. Primero, este es un proceso donde lo adquirido es transmitido de generación en generación ¿Qué clase de lección pueden entregar los adultos del filme a los muchachos? De seguro ellos recibieron lo mismo que ahora dan, no hay un modelo de enseñanza donde se imparta el respeto a los demás, entre padres e hijos, el valor de la amistad, etc. Retomando lo anterior, la violencia es algo que se aprende, se enseña por alguien o un medio en particular (televisión, Internet, video juegos, etc.) y para algunos es un método para luchar por un ideal, muestra de esto son los anarquistas. Por ende, si es preciso afirmar que hay enculturación, lo que no significa que sea algo digno de aplaudir (la violencia) y no es para nada justificable, por una cuestión ética, moral y de buena convivencia con el resto de los mortales.
Dejando de lado la reflexión anterior, otra interrogante viene a invadir mi tranquilidad, lo que provoca que sea terca para estudiar bien este hecho. Si como enculturación no es plausible apoyar el uso de la rudeza, la fuerza física, etc. ¿Lo es como relativismo cultural mostrando su lado más extremista? A ver, apelando a la descripción de Kottak nos dice que “no hay una moralidad superior, internacional o universal, que las reglas éticas y morales de todas las culturas merecen igual respeto” Pero no creo que la cultura de México sea el de solucionar todo llevándolo a las manos. La violencia esta en todas partes y es poco propio atribuirla solo a una nación o lugar determinado, aunque es bueno tener en cuenta la inseguridad actual en ese país, cosa que daría a entender que esta situación en los años 50 sería la antesala para lo que se vive hoy. Entonces ¿Debemos aceptar nuestra esencia poco civilizada? Porque si nos ponemos rigurosos, la historia esta cargada de eventos donde la paz no es precisamente la figura principal. La identidad del planeta esta tan manchada de sangre como la plataforma del templo donde realizaban los aztecas sus sacrificios humanos. Es complejo no mencionar los conflictos bélicos, atentados, asesinatos e intentos de estos, golpes de estado, etc. Así que no debiera sorprendernos que el componente principal de la película sea la violencia, simplemente eso es lo que somos.
Por otra parte, tomando en consideración el lugar físico donde se desarrolla “Los Olvidados” y el estado en que se encuentra el mismo; que prácticamente esta en ruinas, en el que se ve muy devastado (en los suburbios de la Ciudad de México). Me surge la duda de por que, aunque fuera de forma muy modesta, no se trato de aprovechar lo poco y nada que tenían para mejorar sus condiciones de vida, si es que nadie se preocupaba de ellos. La invención independiente fue y será un procedimiento de gran relevancia para el avance de la humanidad, y si nos basamos en un plano más cercano, sobre todo para el Imperio Azteca donde sus contribuciones en astronomía, arquitectura, matemáticas, comercio y en la agricultura con sus novedosas “chinampas” (balsas), los llevaron a ser una de las grandes civilizaciones. Tengo claro que es injusto comparar lo que hicieron los aztecas con lo que pudo haber hecho este poblado, sabiendo que algún tipo de influencia o motivación debe existir para lograr cosas relevantes, en especial si los aztecas vivieron hace mucho. Por lo que tampoco habría difusión, ni siquiera una difusión forzada, por una cuestión cronológica obvia y que por tal razón ese intermediario que se requiere es imposible que aparezca, por eso el desarrollo de este proceso se ve limitado.
Siempre viendo los sucesos desde fuera es fácil cuestionarlo todo. Si por un momento nos pusiéramos en sus zapatos ¿No actuaríamos igual? ¿No estaríamos convencidos que esa es la existencia que nos toco y no hay mas nada que se pueda hacer? Es tan difícil lidiar con un padre alcohólico, una madre que te rechaza y maltrata o un amigo que en vez de ayudarte te perjudica ¿Qué esperanza se puede tener? Es muy complicado poder salir adelante cuando se esta sumido en la mas absoluta pobreza, mas encima si se tiene como aditivo una serie de privaciones que van mas allá de la falta de dinero.
Podríamos estar hablando mucho sobre el uso de la violencia, pero este hecho no proviene de la nada, debe tener su origen, “todo tiene su razón de ser”, por lo menos eso es lo que pienso, el azar se presenta solo por un momento.
¡En fin! El relato presenta una serie de situaciones que tiene como vínculo la agresividad, más que nada es la prueba de las diversas carencias que tiene este sitio. Para que todo sea mas claro lo especificaré con símbolos: el Jaibo encarnaría el lado más negro de Pedro, cosa que en la cinta se da en reiteradas ocasiones. Por ejemplo, en la escena de la muerte de Julián, la del colegio agrícola en la cual el director como muestra de confianza lo manda a comprar cigarros (a Pedro), y el robo del cuchillo. En todos estos acontecimientos hay un factor común, el Jaibo. Pedro intenta de todas las maneras posibles mejorar su conducta. En un principio le fue difícil entender que el colegio le ayudaría, y cuando ya lo había asumido, reaparece este ser que hace aflorar lo peor de él, y del cual le es imposible librarse.
Otro hecho al que podríamos atribuirle algún significado es el interés que tiene el Jaibo por la madre de Pedro, para aquello debemos analizar a este muchacho. Al inicio de la película se había escapado de la correccional, lo que es un indicio de que la preocupación por estos jóvenes es inexistente, ya sea teniendo a sus progenitores o no. Continuando, el líder de la pandilla es notoriamente mas grande que el resto, por lo que tiene un desarrollo sexual mucho mayor que el de los otros niños. Sumado a esto, la falta de una figura materna llevaría a potenciar el complejo de Edipo, como sabemos esto se da en los niños pequeños que se “enamoran” de su madre. Sin embargo ¿Qué pasa con aquellos que no tienen una? Quizás suceda que ese hecho natural se vea reflejado ante cualquier oportunidad que se asemeje a lo que viven cuando pequeños.
El músico ambulante ciego, que pregona a los cuatro vientos que “si su general Porfirio Díaz estuviera vivo, todo seria mucho mejor…”. Es el símbolo de la ceguera que tiene el gobierno de su país, donde se les tiene abandonado a su suerte, en la más absoluta inopia, sin educación, con pocas posibilidades de un trabajo digno, donde los niños tienen que laborar en condiciones indudablemente vergonzosas para que puedan comer. En primer lugar los niños NO deberían trabajar, su obligación solo es pensar en juegos, la escuela, amigos, etc. Y si no es el caso, por lo menos que no abusen de ellos. Esto no pasa únicamente con los infantes, actualmente las políticas laborales son bastante deficientes con los jóvenes, y que se puede decir de las circunstancias en las que desempeñan su labor algunos adultos.
Si nos basamos en el lado afectivo y todo lo que implica, esto igualmente forma parte de lo que es la cultura. Al adicionarle su interpretación simbólica podemos deducir, que en la escena donde Meche creyendo en los consejos de ojitos, se vierte leche en las piernas para tener una piel mucho más suave; considerándolo un consejo de belleza, puede tener una connotación erótica. Al igual que lo que se da en la casa de Pedro y que tiene como protagonistas a la madre de éste y al Jaibo. Las constantes miradas entre ambos, el acto de la mujer al tener las piernas descubiertas y que el agua este bajando por sobre ellas, sumado a esto, el portazo que se da después de esa acción. Y finalmente Meche sentada en el regazo del ciego.
Como vemos los símbolos están siempre presentes, muchas veces sin que lo notemos, ¡como no! Si los seres humanos somos los únicos que nuestro aprendizaje cultural depende de los símbolos; que son arbitrarios y convencionales. Arbitrarios porque no necesariamente tienen relación con lo que realmente son, y convencionales ya que es un acuerdo entre una sociedad determinada. Para que se entienda, en Argentina a las piscinas les dicen piletas, en México albercas.
Frente a esta sucesión de símbolos no puedo dejar de lado el más importante, el que le da sentido a todo, aquel que nos debe poner en alerta, puesto que estamos frente a una realidad que muchas veces se procura ocultar y a la que cerramos nuestros ojos, pretendiendo ignorar. A lo que me refiero con esto, es el huevo lanzado a la cámara por Pedro, donde nos dice con rabia que somos meros espectadores de su condición, que sabemos perfectamente que ellos existen y que no hacemos nada. Nos mantenemos pasivos ante tanta injusticia, despreocupación y desesperanza, donde la agresividad vista de mala manera por todos, muchas veces es la vía para sentirse superiores frente a alguien, porque dentro de la sociedad no son nada y que solo se les considera para beneficios electorales, pero que pasado el acontecimiento nuevamente vuelven a estar desprotegidos, volviendo a lo que han sido siempre “Los Olvidados”.
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